Cabe destacar que, aun sabiendo que la energía eólica es
una energía limpia y que aporta, para los países, un beneficio tanto económico
(por evitar la importación de energías fósiles de países extranjeros) como
medioambiental, muchas personalidades políticas no están de acuerdo en instalar
energía eólica en sus localidades, alegando impacto visual e ignorando todos
los beneficios a nivel general que supondría la instalación de parques eólicos.
Si ahora, después de cientos de años, los molinos eólicos
de nuestro entrañable Don Quijote de la Mancha, se han convertido en patrimonio
histórico, por qué no pensar que los actuales aherogeneradores pueden ser la
mejor aportación a la historia de nuestra generación, respetando al
medio ambiente y a las personas. Me gustaría oír en un futuro: “unos pocos se
atrevieron a fomentar una energía que por aquél año 1995 no podía competir con
el petróleo en costes y ahora estamos muy orgullosos de ellos”.
Como nota a lo anterior, decir que es verdad, que es una
energía no tan barata respecto a los costes de la inversión, como lo puede ser
una instalación de ciclo combinado con 450.000 € por Mw, pues un aerogenerador
cuesta aproximadamente unos 900.000 € por cada Mw, pero ¿cuánto cuesta reparar
la emisión de CO2 a la atmósfera?, ¿cuánto cuestan las enfermedades generadas
por la contaminación atmosférica?, ¿cuánto cuesta reponerse de un desastre
nuclear?, y sin embargo ¿cuánto cuesta captar una energía que nunca se acaba?
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